En tiempos de creciente complejidad económica
e incertidumbre, y bajo el impacto de la última crisis de liquidez, muchos
agentes económicos han tomado conciencia de la necesidad de una gestión
eficiente de efectivo y liquidez. A esta necesitad se suma también la exigencia
de requisitos más altos relacionados con la posición de liquidez y el capital
social (por ejemplo, Solvencia II, Basilea III, medición del valor efectivo
según NIIF).
Así como el marco de condiciones ha cambiado,
también lo han hecho las tareas de gestión de los recursos financieros: la
gestión de caja es un factor importante en la planificación estratégica global,
lo que permite reducir costes, riesgos sistemáticos y de procesos.
Desde la definición hasta el análisis y la
implementación técnica, existen soluciones específicas para la identificación del potencial de liquidez, la integración y optimización de los flujos de caja de
las diferentes divisiones de una empresa y la planificación de la liquidez. Para
garantizar una asignación óptima de los fondos líquidos y de los intereses
netos, la gestión de caja está clasificada y estructurada en los principales
pasos del proceso: notificación, planificación de requerimientos, mercado de
dinero y pagos.
Ventajas:
- Integrar los flujos de caja procedentes de diferentes divisiones empresariales
- Identificar el potencial específico de liquidez - optimizar el flujo de caja
- Diseñar de forma eficiente las operaciones de pago internas y externas
- Optimizar la planificación de liquidez
- Experiencia en procesos anteriores y posteriores
- Apoyo en la implementación técnica
El desarrollo a largo plazo de la liquidez es
un tema de interés para las empresas en sus decisiones estratégicas. Con la
ayuda de escenarios estadísticos basados en la liquidez real, se puede llevar a
cabo una previsión de liquidez para el futuro.