En la pasada edición de la Semana del Seguro
pudimos observar que el sector atraviesa ahora una tendencia positiva y que el
objetivo ha de ser mejorar la rentabilidad y establecer la agilidad competitiva
como clave del éxito.
La transformación digital fue el tema clave
del evento y a lo largo de las distintas ponencias quedó patente que no es una
opción, si no la opción, es decir, digitalizarse o desaparecer, como apuntaba
Antonio Núñez, Socio de Parangon Partners.
Para innovar en el sector seguros hace falta
creatividad y buscar ideas en otros sectores puede ser de gran utilidad. Hay
que tener en cuenta que la innovación pasa por contar dentro de la aseguradora
con un conjunto de tomadores de decisiones diversificado en cuanto a raza,
género, edad y cultura, que sean capaces de adaptarse y transformar la cultura
de la empresa.
El perfil del cliente ha cambiado y el sector
debe poner una mirada en los millenials, es decir, los nacidos entre 1980 y
2000, que para el 2020 serán la primera fuerza laboral de España. Su forma de
consumir es diferente y por supuesto también en el ámbito de los seguros, donde
se calcula que el 50% de los actores que entrarán en el negocio asegurador
serán de fuera del sector, como Google.
Este perfil de consumidor se caracterizada
por ser influyente. A través del diálogo en redes sociales puede convertirse en
prescriptor de un producto o servicio, generando más negocio a la aseguradora y
por tanto mayor rentabilidad económica. La forma de consumir de estos nuevos
clientes es social, digital y móvil, anteponiendo la inmediatez y la innovación
sobre otros factores. En este sentido las aseguradoras deben centrarse en
conseguir agilidad tanto a nivel global como local, para dar respuestas
inmediatas y conseguir una interacción digital con el cliente que permita
generar valor y aumentar la satisfacción de los mismos.
Sin embargo los sistemas de negocio actuales
no están adaptados al nuevo cliente, el cual reclama productos a medida que la
aseguradora no puede satisfacer de forma inmediata. El problema reside en que
transcurren entre 6 y 9 meses hasta que la aseguradora lanza un producto al
mercado. Esta inmediatez de la que hablamos no solo debe implantarse en la
venta on line de seguros, sino que debe darse también en otros aspectos de la
compañía, como son la relación con los mediadores, la gestión de siniestros o
la digitalización documental.
Internet of things también tuvo cabida en la
semana del seguro. En concreto Dell presentó un aplicativo para el control de
la seguridad de una casa y medir el riesgo en cada momento. Se trata de un
producto instalado en los hogares, que transmite al móvil la situación de la
casa, por ejemplo si hay fugas de agua, ventanas abiertas, etc… Este producto
permitiría a las aseguradoras ofrecer el seguro como un servicio con una
tarificación basada en el consumo del usuario, facilitando prevención mediante
un análisis predictivo.
Otro de los temas que se comentaron en la
Semana del Seguro fue Solvencia II y los nuevos requisitos de Reporting para el
Pilar III. Aquí el reto reside en disponer de información clara sobre las
inversiones y conseguir un cálculo fiable del SCR. En cuanto a las ventajas del
formato estándar tripartito y sus desarrolladores la Investment Management
Association (IMA) de Reino Unido, la German Investment Funds Association (BVI)
de Alemania y el club Ampere en Francia, comentar que este formato para
Solvencia II se destina al manejo de la información de las inversiones y el
cálculo del SCR bajo la fórmula estándar, así como la entrega de datos para los
QRTs, minimizando el coste de integración de sistemas, filtrado y calidad de
datos para las aseguradoras. Además, es un formato recomendado por la EIOPA.
Este formato ofrece datos agregados del SCR
para cada tipo de riesgo, así como un detalle de las posiciones del fondo o
clase y el impacto de cada una, incluyendo datos por país, región y tipo de
instrumento, así como una amplia documentación de los escenarios de estrés. El
formato ya ha sido adoptado por varias gestoras de fondos, mientras que varias
aseguradoras lo emplean internamente para las comunicaciones entre sus
sistemas, reduciendo costes y tiempos de implementación.
Las entidades tienen la obligación de
publicar su información contable y su situación financiera y de
solvencia, que también deben ser remitidas al supervisor junto con la
información periódica de supervisión, modelos cuantitativos, requerimientos
individualizados y peticiones directas en el procedimiento de inspección. En
cuanto a la información cuantitativa, ésta se concreta en el balance de
apertura, los modelos cuantitativos trimestrales y anuales y los modelos de
estabilidad financiera y de información pública. La información ha de ser
aprobada por el órgano de administración, revisada por un tercero, divulgada a
través de internet y remitida en formato electrónico o papel a quienes la
soliciten con el objetivo de lograr una mayor transparencia.
Para terminar destacar que cada vez en mayor medida los consumidores de seguros son clientes globales y tecnológicos. La transformación
digital es ya una realidad en otros sectores como la banca y en el caso de
los seguros aún queda un largo camino por recorrer, especialmente a la hora de explorar ciertos aspectos como las analíticas predictivas, internet of things o los microseguros.